Delito Informatico

La seguridad no pasa solamente por el Backup

 

La consecuencia lógica de un conflicto gremial es
por lo general una conciliación obligatoria, despidos o
juicios. Es muy difícil que éste termine en el
descubrimiento de una estafa, que venía realizándose
desde dos años atrás. Esta es la historia real de la que
hoy nos ocuparemos.
Según dicen las estadísticas, la persona que
delinque por medio de una computadora es por lo general
el operador que tomó conciencia de la falta de seguridad
el sistema. El caso de María del Carmen no fue la
exepción a la regla. Ella se desempeñaba como empleada de
personal de una compañía mixta formada por capitales
estatales y alemanes. De esta última nacionalidad era el
director de la empresa, quien tenía como política una
férrea disciplina con sus empleados.
El centro de cómputos contaba con un gran equipo IBM
de la línea 4300, con varias terminales que brindaban
todo tipo de servicio, incluyendo el de sueldos, sector
del cual era responsable María del Carmen.
La gerencia de sistemas, con el objetivo de
facilitar la liquidación de sueldos, adquirió un software
muy versátil para el equipamiento central, que permitía
al área de personal encargarse en forma autónoma de las
liquidaciones y del mantenimiento. El mismo consistía en
tablas que se cargaban o se modificaban según las
necesidades del usuario, y el archivo maestro del
personal tenía un campo llamado actividad, donde los
activos se cargaban con el número nueve, los de baja con
el uno y las liquidaciones por última vez con cero.
Un día, María del Carmen, luego de la emisión de los
cheques de haberes, se dio cuenta de que se efectuó una
liquidación en una persona dada de baja, que ya no
trabajaba en la empresa desde hacía tiempo. En el
registro del archivo maestro esa persona figuraba con 1,
esto quería decir que no se debería haber emitido el
cheque. No tenía manera de comprobar lo que sucedió sin
llamar la atención, y en el caso de que fuera un error lo
debía ocultar, dado que su trabajo corría riesgo por la
disciplina existente. La solución fue mandar a cobrar el
cheque y luego averiguar qué había pasado. De esta forma,
fue cobrado por el cadete de la empresa sin ningún
problema, ya que era el día de pago de una empresa
prestigiosa. Por esto, sumado a la gran cantidad de gente
que concirría al banco, el cajero no verificaba la
documentación del cobrador.
Pasó el tiempo, y nadie dijo nada, con lo que se dio
cuenta de que en los controles de tesorería sólo se
auditaba la suma a pagar, sin controlar qué empleados
fueron liquidados. El error de esa liquidación había sido
poner cero en el campo de actividad, de esa manera este
empleado fantasma tuvo una liquidación por última vez, y
pasó nuevamente como baja.
A finales de la década de los 80, los sueldos en las
empresas estatales y de capitales mixtos descendieron
rápidamente, y a nuestra empleada le aumentaron sus
necesidades económicas. La tentación fue tan grande como
las facilidades para cometer el delito. La única traba
era que no podía utilizar un cadete de la empresa, y
debía mandar personas distintas a cobrar. Esto no fue
difícil, ella era una mujer agraciada y consiguió
rápidamente cuatro amigos, los que periódicamente
concurrían solícitos al banco a hacerle un favor a su
amiga. Como es obvio, no se conocían entre ellos.
Todo siguió sin problemas por el término de dos
años, aproximadamente, hasta que estalló un conflito
gremial por el congelamiento de los salarios. Los
empleados del centro de cómputos, para fundamentar sus
reclamos, decidieron listar los archivos de los sueldos
de los directivos y empleados de la empresa de acuerdo al
monto. Los primeros eran extranjeros y aparentemente sus
salarios no habían sido congelados. Fue así como figuró
en primer lugar, cobrando más que los cargos gerenciales,
un empleado dado de baja desde un año atrás. Primero se
pensó en un error, y la gente de cómputos se lanzó a su
búsqueda. Se investigó la auditoría del sistema, que
guardaba las liquidaciones mes a mes y daba estadísticas.
Esta nunca había sido inspeccionada, y allí se pudo ver
que esos "errores" fueron cometidos periódicamente, y que
algunos esos sueldos tenían sumados conceptos especiales,
como horas extras o bonificaciones. Las liquidaciones
fantasmas disminuían cuando se hacía cargo un nuevo
director, hasta que se reestablecía la confianza y la
impunidad segura.
Los progresos económicos de la empleada, que en esos
momentos pasó de sus apremios a poseer un auto último
modelo y comprar una casa en un barrio residencial,
dieron pie a las sospechas y la empresa efectuó la
correspondiente denncia. Despues de una paciente
investigación que duró diez meses, los técnicos
policiales comprobaron la maniobra. Ella y sus cómplices
fueron procesados por la justicia, si bien algunos sólo
pensaban que le hacían un favor al ir a cobrar.
Esta historia es real, no fueron mencionados los
autores ni la empresa porque el trámite judicial aún
sigue vigente.

Se puede definir la seguridad como "la certeza del
cumplimiento de un orden". Aquí el sistema era seguro,
dado que el orden se cumplía, pero ¿el orden de quien?.
Por eso no solo es necesario tomar precauciones en lo que
hace al software o hardware, sino tambien en las
distintas áreas sistematizadas de la empresa. Una
solución sería tener personal de auditoría, con oficinas
descentralizadas y que ellos realicen inspecciones
periódicas.
En los próximos artículos iremos viendo como la
computación fue abarcando toda la actividad humana, hasta
la delictiva. Mostraremos distintos casos, tan variados
como el ingenio de cada persona.

Licenciado Juan Santa Ana.


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